Misión Plan Diocesano de Pastoral

Recorrido Histórico

2000

I Asamblea Diocesana de Pastoral. Se optó por la espiritualidad de comunión y la Metodología prospectiva aplicada a la acción pastoral de la Iglesia.

2002

II Asamblea Diocesana de Pastoral. Presentación del Modelo de Situación Diocesano. Problema fundamental en su primera aproximación, contorno y entorno, visión retrospectiva y tendencias de futuro. 

2006

III Asamblea Diocesana de Pastoral Inauguración del Plan Diocesano de Pastoral: Presentación y proclamación del Modelo Operativo del Plan.

2015

IV Asamblea Diocesa. Recuperación del proceso de conversión y renovación pastoral, impulso a los Niveles de Acción Pastoral y las 3 Líneas de Acción Pastoral

1) Proceso Evangelizador

2) Sectorización Parroquial

3) Estructuras Pastorales

2019

V Asamblea Diocesa de Pastoral. Transición de la 1ª Fase «Reconciliación» a la 2ª Fase «Fraternidad» de la «Primera Etapa Kerygmática» del Plan Diocesano de Pastoral.

En la búsqueda por realizar la acción evangelizadora de manera renovada: personal, comunitaria y pastoral, en el proceso de conversión y de la misión evangelizadora, la Diócesis de Texcoco, acordé al conjunto de todos los bautizados y personas de buena voluntad, que habitan en su territorio, optó por:

  • Una espiritualidad: De Comunión.
  • Una teología: De la Esperanza.
  • Por una eclesiología: De Comunión y Participación del Concilio Vaticano II.
  • Una metodología: Prospectiva.
  • Una acción pastoral: De conjunto, orgánica, integral, planificada y transversal.

El Plan Diocesano de Pastoral de la Diócesis de Texcoco es la respuesta efectiva a la Gran Misión Diocesana convocada en 1999 por el Papa Juan Pablo II, en la perspectiva de la Nueva Evangelización: nueva en su ardor, en sus métodos y en sus estructuras; así como a la Gran Misión Continental, fruto de las conclusiones de Aparecida.

También quiere responder al llamado del Papa Francisco para ser Iglesia en Salida, que vaya al encuentro de las periferias geográficas y existenciales, y al proceso de la Iglesia Sinodal.

Nos adherimos a los señalamientos que hace Aparecida: “Esta firme decisión misionera debe impregnar todas las estructuras eclesiales y todos los planes pastorales de diócesis, parroquias, comunidades religiosas, movimientos y de cualquier institución de la Iglesia. Ninguna comunidad debe excusarse de entrar decididamente, con todas sus fuerzas, en los procesos constantes de renovación misionera, y de abandonar las estructuras caducas que ya no favorezcan la transmisión de la fe.” (DA 365.)

El proceso de renovación: personal, comunitario y pastoral, sigue adelante en la misión, comunión y participación de la Iglesia Diocesana y las Comunidades Parroquiales, con sus agentes de pastoral, sus equipos y las estructuras pastorales que integran.