Modelos del Plan Diocesano de Pastoral

Son cuatro los modelos que se utilizaron en el desarrollo del Plan Diocesano de Pastoral:

    1. Modelo de Situación
    2. Modelo Ideal
    3. Modelo de Diagnostico
    4. Modelo Operativo
Modelo de Situación

Es el punto de partida de la planeación prospectiva. Consiste en una primera identificación del problema fundamental, en una primera aproximación, para poner en evidencia las insatisfacciones de la situación presente en la realidad socio-pastoral de la Iglesia Diocesana y formular una primera hipótesis sobre el mal que hay que curar.

La identificación del problema nos permite encuadrar la situación desde una determinada perspectiva: su situación insatisfactoria.

Para ello se elabora un listado de las insatisfacciones del Pueblo de Dios. Tal como aparecen a primera vista, y se organizan el “listas temáticas”. Luego se formula de cada uno de los temas, los problemas parciales, que llamamos “núcleos problemáticos”.

Con el discernimiento de los núcleos problemáticos se formula el “problema fundamental en su primera aproximación”.

Posteriormente se busca una visión somera de las causas que generan o generaron la situación insatisfactoria, mediante el proceso de valoración de los antecedentes históricos y causas concomitantes: “visión retrospectiva”. Y se procura una visión somera de las consecuencias: “pronóstico de futuro”.

Con las listas temáticas de las aspiraciones del Pueblo de Dios, se formulan las líneas básicas para la búsqueda de las propuestas de solución: “vías de solución”.

¿Para qué nos sirve?

  • Nos permite poner en evidencia los aspectos que a primera vista se presentan como insatisfactorios en la situación socio-pastoral, que se revelan en signos que manifiestan malestar.
  • Para detectar en qué nivel se perciben.
  • Para reconocer sus causas más globales.
  • Para verificar las consecuencias más inmediatas en caso de no superarse la situación actual.
  • Para visualizar caminos que nos apoyen superar la situación.
Modelo Ideal

La experiencia diocesana nos delinea la Iglesia a la que hay que tender: “Cada bautizado pueda experimentar la gracia de la comunión en las relaciones eclesiales, de manera que pueda tener la experiencia de la unidad del Espíritu en la integración de las diversidades.

El Modelo Ideal es la descripción de la Iglesia Diocesana Ideal que pretendemos llegar a ser. Con la descripción de cada uno de sus componentes, el Ideal Diocesano nos aporta:

  • Los valores que se quieren vivir y la forma como estos operan.
  • Las relaciones que guardan los valores entre sí.
  • Las partes que componen el conjunto y la relación que guardan entre sí.
  • Los roles que se establecen y los espacios donde se realizan para dinamizar la vida del conjunto.
  • Las nuevas situaciones que se producen en beneficio de quienes viven estos valores, estos roles y estas relaciones.

El modelo ideal se elaboró a partir de las aspiraciones del Pueblo de Dios, que fueron apareciendo en las primeras asambleas parroquiales del año 2000 al 2001, con las que, en enero del 2002, se redactó el Problema Fundamental Diocesano en su primera aproximación y las vías de solución.

La Doctrina y Espiritualidad de Comunión emanadas del Concilio Vaticano II y del Magisterio posterior, particularmente las enseñanzas del Magisterio Latinoamericano, nos plantean el gran reto que hoy significa ser IGLESIA, es decir, el espacio donde cada uno de los bautizados pueda vivir la experiencia de comunión y participación. Donde todos los bautizados puedan ser, sujeto de la evangelización y por lo tanto de su santificación, no como una tarea que realice cada uno por su cuenta, sino como una tarea de comunión entre los distintos sectores y miembros del Pueblo de Dios.

La enseñanza de la Iglesia ha sido nuestra guía e inspiración, sobre todo el Concilio Vaticano II con su eclesiología y apertura al mundo para colaborar con todas las personas de buena voluntad  y la transformación de una sociedad más justa y fraterna, como aparece en «Lumen Gentium», «Christus Dominus», «Presbyterorum Ordinis»  y  «Apostolicam Actuositatem».

Las grandes líneas maestras para la vida y actividad de la Iglesia, como Ecclesiam Suam» o «Evangeli Nuntiandi» de Paulo VI para la renovación de una evangelización actualizada y eficaz que responda a los problemas y anhelos concretos de la humanidad y del mundo de hoy con vínculos entre el anuncio salvador y la promoción humana.

Las del fecundo magisterio de Juan Pablo II, como «Christifideles Laici», «Redemptoris Missio», «Pastores Dabo Vobis» y la exhortación apostólica «Iglesia en América», con ricos aportes sobre la preocupación social de la Iglesia, el protagonismo corresponsable de los Laicos, la renovada tarea de la Misión y la identidad y tarea de los Pastores para los nuevos tiempos. Particularmente «Novo Millennio Ineunte» que parece hecha especialmente para estimular nuestro Plan Pastoral en la espiritualidad de comunión.

El magisterio Latinoamericano, con más de cincuenta años de madurez y rica reflexión teológica, desde Río de Janeiro hasta Aparecida, nos ilumina cada vez con mayor claridad el camino de la Pastoral de Conjunto y  la urgente tarea de Evangelizar al Continente.

En el proceso de elaboración del modelo ideal, nos inspiró la reflexión sobre la “Globalización y Nueva Evangelización en América Latina y el Caribe”, publicación del CELAM con ocasión de su informe del cuatrienio 1999-2003. Con una lectura teológica de los signos de los tiempos, analizamos el fenómeno de la globalización y sus efectos en la sociedad; el discernimiento evangélico sobre el Cambio de Época que vivimos, y la presentación de algunas vertientes de la Nueva Evangelización con sus exigencias permanentes, sus ámbitos preferenciales y la espiritualidad eclesial entendida como espiritualidad de Misión, de Comunión, de Diaconía y de Solidaridad.

La estructura del modelo ideal se configura a manera de una «maqueta» exhaustivamente diseñada en sus partes:

  1. Idea Fuerza.
  2. Espacios de Comunión de las diversidades.
  3. Funciones o Roles para la vida de Comunión.
  4. Ministerios para la pastoral comunitaria.
  5. Estructuras para la Comunión y Participación.
  6. El fin último y el Objetivo, como concretización del fin.

Modelo Diagnóstico

El diagnóstico surge de la confrontación entre el modelo de situación y el modelo ideal; confrontación que, para ser completa, se hace, primero, entre ambos modelos tomados en su conjunto, y teniendo en cuenta que el modelo ideal se condensa en la idea-fuerza; segundo, entre las respectivas partes de ambos modelos.

El diagnóstico es fruto de una reflexión comparativa entre los dos polos del devenir histórico. Uno es el ideal, deseado y querido, el cual se confronta con la realidad o situación presente que se quiere superar y transformar.

Esta acción impulsa la planeación, planificación y programación pastoral, permitiendo hacer concreta su realización, y así, todas las posibilidades, recursos, oportunidades y potencialidades existentes, ya en el presente; y para superar con su ayuda todo cuanto en ese mismo presente constituye el problema fundamental definitivo en su dimensión de obstáculo o impedimento para alcanzar el ideal.

Se trata entonces de identificar, a la luz del ideal, cuáles son las situaciones-obstáculo que, como impedimento, bloquean y no permiten la realización del ideal y, las situaciones-potencialidad que favorecen el logro del ideal.

Modelo de Operativo

Este modelo diseña el camino que nos lleva a alcanzar el ideal que como Diócesis nos hemos propuesto, partiendo de la realidad actual, con sus obstáculos y potencialidades.

El modelo operativo define y contiene todas las acciones que se han de realizar para llegar a ser lo que debemos ser en virtud de alcanzar los ideales que nos proponemos y de solucionar los problemas que la realidad nos plantea:

    1. Sentido Teológico y Actitudes.
    2. Sentido Teológico  Espiritual.
    3. Obediencia al Espíritu.
    4. Fe activa y transformadora.
    5. Mirada de esperanza.

Actitud espiritual con la cual vivir este momento:

  • Libertad interior ante el pasado, el presente y el futuro.
  • Discernimiento prudente.
  • Paciencia activa.

El modelo operativo de la Diócesis nos sirve para definir, encauzar, potenciar, la acción pastoral de la Diócesis y hacer juntos la Iglesia que dios quiere y por la que queremos optar.

 ¿Qué es lo que contiene?

El Itinerario o camino fundamental.

  • Los objetivos generales de las grandes etapas que lo componen.
  • La definición de los niveles en las que se organiza la acción pastoral.
  • Los objetivos intermedios o los pasos que se han de dar entre una y otra etapa.
  • Los valores que se ponen en juego y la dirección hacia donde conducen.
  • Los criterios fundamentales o políticas generales que inspiran la acción pastoral.