Problema Fundamental
La Diócesis de Texcoco, siendo desde sus orígenes, un pueblo profundamente religioso, que se expresa con ofrendas y sacrificios, grandes fiestas y solemnes cantos y danzas; influenciada por la historia política del País liberal, positivista y neoliberal mantiene esa religiosidad como una realidad interna, marcadamente individualista, y con influencia de lo mágico y ritualista.


La inmigración de más del 50% de la población establecida en el territorio diocesano, genera una actitud de desconfianza, individualismo y resistencia a la posibilidad de resolver juntos los problemas de tipo social y religioso.
La gente que llega siente la añoranza del paisaje, las costumbres y tradiciones que dejaron en el lugar de procedencia, mientras los que nacieron aquí se sienten invadidos en su espacio y su cultura por el pensamiento y costumbres que chocan con sus tradiciones.
El sistema económico y político injusto, la educación pobre y deficiente, la corrupción institucionalizada ha llevado al pueblo a un empobrecimiento constante y a las familias, niños, adolescentes y jóvenes a la apatía existencial, a la incertidumbre y angustia por el futuro.
Los servicios pastorales son escasos, desorganizados y de poca calidad y los agentes con falta de coherencia entre fe y vida dan una imagen de lejanía con el pueblo e individualismo entre ellos. Las estructuras diocesanas y parroquiales son pobres, pocas e ineficientes.
En síntesis: La Diócesis de Texcoco se ve afectada por la pérdida del auténtico sentido de lo religioso, el aislamiento, la división y el anonimato en que viven las personas y comunidades que la integran.
Lo que se manifiesta en la pérdida de identidad personal, familiar y de pueblo, la separación entre fe y vida en la mayoría de los bautizados, la distancia entre los Bautizados y sus Pastores y una enorme dificultad para el trabajo comunitario en la solución de sus problemas.