Un Plan Diocesano

Para responder a los grandes desafíos que al inicio del Tercer Milenio se presentan en la Iglesia y en la sociedad.

Estos son los desafíos pastorales a los que la Iglesia Diocesana de Texcoco quiere contemplar a la luz de la fe en Cristo para transformar estas realidades mediante un proceso de evangelización, por la acción del Espíritu Santo:

  •  El Cambio de Época en el que estamos inmersos.
  • Las grandes transformaciones que está sufriendo la sociedad en sus ritmos y en su esencia.
  • La redefinición de la identidad de las estructuras humanas y eclesiales.

En nuestro Plan de Pastoral queremos aceptar y asumir nuestras sombras:

Detectamos en nuestra Patria y en nuestra Diócesis sombras tales como la inseguridad, la violencia, la corrupción, la pobreza extrema, un bajo nivel educativo, desintegración familiar, exclusión humana, ataques a la vida, migración, drogadicción, alcoholismo, etc.

Estas sombras nos motivan a:

  • Vivir la experiencia de la sinodalidad.
  • Fortalecer la Espiritualidad de Comunión.
  • Continuar con más empeño la delicada tarea de la Misión Permanente.
  • Emprender con mayor vigor y responsabilidad la Nueva Evangelización.
  • En el nombre del Señor hacer que nuestras acciones tengan repercusión en la vida social.
  • Promover con fuerza decidida la dignidad de cada persona y sus derechos.
  • Seguir impulsando una fuerte defensa por el respeto a la vida y a la familia.
  • Vivir la práctica diaria de la caridad, de la solidaridad y del cuidado de los más pobres, débiles y vulnerables.

¿Qué necesitamos para esta tarea?

  • Estar más y mejor organizados, coordinados y comunicados.
  • Articularnos en la diversidad de la acción pastoral en los Niveles, Comisiones y Dimensiones.
  • Renovar nuestras personas, familias, comunidades y vida pastoral.
  • Ser una Iglesia viva de comunión y participación.

¿En qué nos inspiramos en este proceso de Renovación Pastoral?

  • Vivir la experiencia de la sinodalidad.
  • Fortalecer la Espiritualidad de Comunión.
  • Continuar con más empeño la delicada tarea de la Misión Permanente.
  • Emprender con mayor vigor y responsabilidad la Nueva Evangelización.
  • En el nombre del Señor hacer que nuestras acciones tengan repercusión en la vida social.
  • Promover con fuerza decidida la dignidad de cada persona y sus derechos.
  • Seguir impulsando una fuerte defensa por el respeto a la vida y a la familia.
  • Vivir la práctica diaria de la caridad, de la solidaridad y del cuidado de los más pobres, débiles y vulnerables.

¿En qué nos inspiramos en este proceso de Renovación Pastoral?

En los postulados del Concilio Vaticano II, que nos ilumina sobre:

  • La identidad de la Iglesia, llamada a ser Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo y Sacramento Universal de Salvación (LG).
  • La Misión de la Iglesia en el mundo actual (GS).
  • La misión evangelizadora de la Iglesia (AG).
  • La ministerialidad de la Iglesia (AA).
  • La elaboración de nuestro Plan de Pastoral se apoyó en la metodología prospectiva, que aplicada a la acción pastoral de la Iglesia, resultó una herramienta muy valiosa para la praxis de las directrices del Concilio Vaticano II.
  • La Iglesia Diocesana de Texcoco, como Pueblo de Dios, optó por esta metodología, para renovarse como Iglesia Particular y todas sus realidades eclesiales que ella existe para vivir la Salvación.

¿Qué es la metodología prospectiva?

Dicha metodología nos ayudó a concebir el tiempo como algo abierto a la libertad humana (no como una repetición del pasado, no como desarrollo de lo anterior, ni como salto histórico). Sino concebir a la persona como un ser con vocación, portadora de gérmenes fecundos de futuro, a los que libremente da forma en ideales deseados y queridos.

El esfuerzo por hacer emerger las aspiraciones, expectativas, ilusiones, motivaciones, valores, propósitos y objetivos, presentes en la conciencia colectiva del Pueblo de Dios.

 

¿Qué cambia y qué se mantiene?

  • Debemos cambiar la actitud pero no el espíritu.
  • Debemos cambiar los métodos pero no la misión.
  • Debemos cambiar las expresiones pero no los contenidos.